miércoles, 9 de enero de 2008

Enero: quedan las ratas. Febrero: vuelven los chanchos


Quede solo. Soy gordo y feo y un poco blanco, a veces uso sandalias y musculosa, y las chicas miran para abajo. Quede solo. Tengo ventajas. El blog está para mis solo. Nadie más que cajonee mis post, nadie más de redacción que me quiera dar un consejo de vida y de cómo bajar de peso - mi chica se fue porque engordé -. Soy la reina de la flor junto con la reina de los boliches y del azúcar. Estar solo tiene sus ventajas, estar solo y lindo claro, pero estar solo y gordo es sentirse como un bichito de luz. Por la mañana me levanto abombado del calor ya que no hay ventilador que abarque toda la masa marina que tengo bajo la cintura, ya ni veo mi pene y por eso me dejan solo. Los Bioy que son tan pero tan macanudos me dejaron solo “quedate gordo (forro) y escribí todo lo que quieras”, obviamente estoy escribiendo para las ratas que quedan en la ciudad. Estar solo me calienta, me vuelve sádico y pedofilo. Las ninfas ya no están en la puerta de los bares, todas están en las playas moviendo los cachetes y refregándolos por los rayos de las miradas de hombres y mujeres que envidian tal perfección y quieren devorar – agárrense hermanos cuando venga el cometa Haley – información de gordo y nerd que obviamente me la pasaron porque soy gordo a secas - mejor dicho agarren a sus hermanas y madres, o mejor agárrenlas y denle bomba antes que otro las toque porque esta situación no da para más -. Mejor que ser gordo es tener novia… La mirada del flaco lastima… El gesto del viejo deportista mata… Los 330 de colesterol taponan… Mi vecina y sus amigas me infatan…
Que lindo que sería estar en el mar, tirado en la playa con una revista de crucigramas y anteojos negros, con la vieja cebando mate y mirando el océano. Espero que febrero sea feo como siempre y este toda la lacra inmune a la humillación que llena las playas del atlántico. Ver el movimiento de la masa de agua como si fuera estar viendo las sábanas que ocultan dos amantes es lo más excitante desde la pata de palo del loco que quiere matar a Moby Dick. Y en eso se cruza una chica, la chica… la chica número mil quinientos cincuenta mil que no me va a dar bola solo porque s o y g o r d o. A la vista soy gris, no verde como un blanco, sino gris como un elefante sin tierra. Apuesto un peso a que si me deja charlarle por lo menos le voy a caer bien y tal vez acepte salir a tomar un cerveza, pero no. Por qué los gordos tenemos que salir con gordos y las gordas con gordas, a parte de ser gordo me castiga la homosexualidad, esa enfermedad de los RR.PP. y de los peluqueros amantes de mecánicos y colectiveros. Que pasa con la gente cuerda que no se castiga con sexo y drogas, yo no entiendo nada. Debe ser por eso que los bioy me cajonean y no me dejan escribir durante el año. Pero en enero aprovecho y salgo de las tuberías con mi mal olor y pelos en la espalda a tirar pedos en la web – encima uso estas palabras de tarado, gordo y facho -. JAJA cuaado vuelvan estos loquillos va a haber un gran quilombo. Si alguien contesta este post es porque es una rata como yo y seguramente va a querer salir a comer algo por ai, y si es la loca de Lola mejor porque me calienta

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