¡Volvimos contentas y contentos, como putas de convento!

Volvemos.

Siempre volvemos.

Después de mucho tiempo agarramos la pluma, los cigarrillos, un poco de gin y volvemos a escribir. Claro que decir "la pluma" en el post de un blog es ridículo. Sí; aunque si nos ponemos, nosotras y nosotros, los bioy, a pensar un poco, nos damos cuenta que no. Puede que sea "incorrecto" en términos de la tecnología de producción que estemos empleando (el teclado de una PC), pero no es incorrecto -o así lo vemos nosotras- en relación al sentimiento de productores de palabras que tenemos (así de agropecuario suena -y con eso no queremos decir "así de bruto gorilón y conchetazo suena"). O sea: el escribir en este teclado, al contrario de lo que algunos jóvenes escritores de cincuenta años dicen, es un hacer tan elevado en la poética del autor como la pluma. Ese vuelo del escribidor con pluma que, como dijimos, es tan alto como el del escribidor en teclado, es la altura, nomás, de mi pija parada. Que si bien mi sobrina me la elogia mucho, no es una cosa que "uhhhh qué bruto". En síntesis: volvemos a escribir en el blog con una posición definida que no es Colombia o Ecuador, no es Cristina o el campo, no es Sarlo o Feinmann, no es Perfil o Página /12; es el de ser bloggers (qué término espantoso) que, tratando de escribir sobre arte y actualidad, se sienten atravesados emocionalmente tanto por la poética de la pluma como por la del teclado. Y bueno, al fin y al cabo... ¡porque son lo mismo! La pluma o la PC, Kirchner o Macri, Bush o Chávez, Pauls o Cucurto, Pity o Molina. Son lo mismo. Son "el mismo sorongo con distinto olor". Por eso: no nos apoyemos en un costado: vamos al medio: vamos al miedo: al lugar difuso.

Por cierto, la foto la tratamos de poner cuando, hace ya bastantes meses, la encontramos, webeando por ahí. No tuvimos oportunidad, ya que siempre los post fueron dedicados a temas especiales, exclusivamente de arte o actualidad (?). Pero, creemos, ya que esta es, de algún modo, nuestra vuelta -aunque sea la de la bioysita que les escribe-, pensamos que es una buena ocasión para colocarla. Generalmente, a las fotos que afanamos de internet y después ponemos en los post les cambiamos esos nombres estilo "DS23978_!?&saddam_2008", pero esta vez, cuando fuimos a bajar la foto, la guardamos con el nombre que venía: "idiota" ¿Qué más claro que eso? Si usted tiene hijos pequeños guarde esa foto para cuando entren en la pre-adolescencia y comiencen a decir pelotudeces como "má, quiero ser Nazi" o "los que fueron a la plaza son unos Negros de Cuarta, pá me lo dijo". No desespere: el asesinato de su hijo puede esperar. Si le muestra la foto de ese idiota, sólamente por la cara que tiene, su hijo va a recapitular la cantidad de imbecilidades que aprendió de su padre, sus amigos, sus maestros, el Gobierno, Feinmann bueno y Feinmann malo, o Bob Esponja.

Al margen de la utilidad de la foto... qué foto ¿no? Es muy posmoderna: un forro, retardado, que es negro y tiene una remera nazi. La contradicción hecha materia. Por favor, nos hace acordar a Iorio o esos personajes "fascistas" de Argentina, de movimientos neo-nazis, skin heads. No por el temor que inspira (de hecho el recontrapelotudo de la foto parece más débil que una mosca) sino porque genera muuucha incertidumbre pensar que en un argentino de Villa Urquiza está la idea de que un régimen nazi lo hubiese aceptado.

Y para cambiar de tema, adentrarnos en el HOY, y terminar con una foto de acá, proponemos esta imagen para pensar al enfrentamiento Cristina/campo, a partir de la manifestación de gays y lesbianas a favor de la presidenta ¿Puede ser que demuestre algo "más"? Sí: que los gays y lesbianas, al contrario de cómo lo quieren hacer parecer algunos diarios oficialistas, no son personas con una mente sub o super normal, que si dicen que sí a una desición política, quiere decir que está bien. No. Somos personas. Como todos los demás. Ya está. Estos dos pibes, el gordito y el churro de atrás, no entendieron nada. Miguel Fucó (Link dixit), ya hace vaaaarios años atrás encontraba fisuras en las marchas de orgullo gay y esas manifestaciones ¿y ahora venimos a expresarnos con banderas de gays, colores de gays, marchas de gays, a favor de una presidenta de gays? Bueh, suerte que nosotras y nosotros, los bioy, sexualmente hablando somos perros: no importa de qué sexo, de qué raza o de qué tamaño.